lunes, 26 de septiembre de 2016

Domingos

Odio los domingos.
Mis manías
me muestran sus raíces de abedul
e imploro
que no falte sal a la mesa.
Leo poesía y evito la prensa
porque el mundo es mudo
e intento recordar el nombre 
y el rostro de una chica 
que conocí anoche 
y a quien nunca volveré a ver,
porque la ciudad es gigante
y yo me encierro los domingos.
Hierbe el agua en una esquina
y me agazapo lejos del teléfono
contando las hormigas
que me roban la harina.
Pienso en la familia y en las fotos que perdí.
En mis amigos y en las fotos que perdí.
Y es por eso que esta tarde no pienso en el bolsillo.
Odio los domingos
cuando hay silencio y un automovilista
ocurre,
y reconozco la palabra Trafico.
Absurdo.
Mashmallow.
Cuando ni los perros ladran
el mate se ha lavado
o
descubro
que respirè otra vez.

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